4 de enero de 2011

LOUIS ARAGON

Louis Aragon .Nació en París el 3 de octubre de 1897 -
Falleció en París el 24 de diciembre de 1982.
Fue un poeta y novelista francés.
Después de participar en el dadaísmo, fue uno de los fundadores del surrealismo (Le Paysan de París) junto a André Breton y Philippe Soupault. 
Estuvo con Robert Desnos, Paul Éluard, Jean Prévost, Jean-Pierre Rosnay y algunos otros, entre los poetas que tomaron decididamente partido, durante la Segunda Guerra mundial, por la resistencia contra el nazismo (Le Crève-Coeur).
Su poesía está inspirada desde los años 1940 por el amor a su esposa, Elsa Triolet (Les Yeux d’Elsa), cuñada de Maiakovski. Su obra lleva también entrelazada la secreta herida de no haber sido reconocido por su padre, Louis Andrieux, diplomático, 30 años mayor que su madre, que decidió, para preservar el honor de su familia y de su amante, hacerlo pasar por su hermano pequeño. Evoca lo que fue el secreto de su vida en el libro de poemas titulado Domaine Privé. Poeta del amor, Aragon firma una obra poética plural, en la que el verso libre disputa con la poesía la manera de renacer. Su producción novelística se adapta a los variados estilos de su siglo: novela dadaísta, novela realista, nueva novela...
Elegido Académico de la Goncourt en 1967, sin embargo dimitió al año siguiente.
Fue inhumado en el parque del Molino de Villeneuve, de su propiedad, en Saint-Arnoult-en-Yvelines, al lado de su mujer Elsa Triolet, que reposa allí desde 1970.

-LICANTROPÍA CONTEMPORÁNEA

El grado más alto de la tristeza tanto puede ser

un general ciego mendigando a través de las islas

como hacia las 3 de la mañana la avenida de la Ópera

No hay límites para la melancolía humana

Se cuenta siempre con una piedra para colocar sobre la pirámide de las lágrimas

Estáis seguros de padecer tanto como una mujer estrangulada

en el momento en que ella sabe que todo ha terminado y desea acabar

Estáis seguros de que no valdría más

ser estrangulado si uno piensa en los cuchillos de las horas que se acercan

Desde hace tiempo vivo mi último minuto

La arena que mastico es la de una agonía invisible y perpetua

Las llamas que hago recortar de tiempo en tiempo por el peluquero

son las únicas en delatar el negro infierno interior que me habita

Como cuerpos privados de sepultura

los hombres se pasean por el jardín de mi mirada

Soñadores inexplicables

o soy el único a quien golpea una mano desecada

en este desierto poblado entre estas flores áridas



Amo y soy amado Nada nos separa

Por qué entonces estar triste en el corazón espléndido del amor

El mundo sacude su estúpida cabeza Sabelotodo

Amo aunque la vida sea mortalmente intolerable

Amo aunque luego me vea obligado a aullar

Detrás de mí arrastro el manto fantasmal de las intenciones ocultas

Una cadena de perfeccionamientos del dolor moral

suena a mis pies espantosamente desdichados

Amo y nos amamos pero en medio de un naufragio

pero en la punta de un puñal y no puedo

no puedo soportar el mal que esto ha de hacerte

Tus ojos tus ojos amor mío desorbitados por todo lo que sea placer

Que me arranquen el corazón con tenazas

que terminen con mi cabeza que se despega

Bebo una leche como tinta y la hora del mediodía

se parece al carbón de los pantanos

donde se marchita el Sphagnum al que tomo por mi imagen en los espejos

Yo amo Yo te amo pero

en la cala de un barco en el instante de dar el salto Impaciencia

Innoble impaciencia de saber si eso podrá soportarse



Es probable que todos me juzguen un criminal

guiándose sólo por las debilidades y el aspecto

Ese hombre que según los diarios de la mañana decapitó a su amante

mientras dormía a su lado sollozó en el juzgado

La había asesinado en el cuarto después

en el sótano primero con un cuchillo luego con una sierra

separó la cabeza adorable para poner

el cuerpo en una bolsa lamentablemente algo pequeña

Sollozó en el juzgado

No somos acaso parecidos a las palmas

que crecen unidas florecen y fructifican

para dar una imagen del amor perfecto

El otoño llega con las manos llenas de ilusiones resplandecientes

Qué crimen es ese que me hace sollozar

Mirad mi amor está vivo Muéstrate querida mía

Nada podréis probar La coartada verde como una floresta

Se extiende por el horizonte donde graznan inútilmente los cuervos

Sin embargo en cada árbol hay un ahorcado que se balancea

en cada hoja una mancha de sangre



Qué puede haber peor que el cielo al amanecer o el betún de la tarde

Qué es eso que me impide morder a los paseantes en los bulevares

La amargura que siento crecer en mí puede ser el primer torrente de un diluvio

a cuyo lado el otro parece un vulgar desborde de cloacas

Recuerdo que en mil quinientos cuarenta y uno

cerca de Pavía

cuando me apresaron en la campiña por donde deambulaba

víctima de los primeros efectos del mal

los campesinos no quisieron creerme cuando les dije la verdad

Rehusaron tomarme por lobo furioso

a causa de mi piel humana y Santos Tomases

eternos de la ciencia experimental

cuando les confesé que mi piel lupina estaba oculta

entre pellejo y carne

con sus puñales me hicieron tajos en los miembros y el cuerpo

para verificar mis melancólicas afirmaciones

no me tocaron la cara

espantados por la atroz poesía de mis rasgos



Qué es eso que me impulsa a aullar en las tumbas

qué es eso que me obliga a escarbar irresistiblemente en el polvo

donde duermen los enamorados en descomposición

Qué vas tú a exhumar como si la luz viviente



Dadme el lenguaje tenebroso de los ajusticiados en la silla eléctrica

el vocabulario último de los guillotinados

La existencia es un ojo reventado Que se me entienda

bien un ojo que hacen reventar a cada instante

el harakiri sin fin Me enfurezco

al ver la calma idiota con que reciben mis gritos

Por eso quiero sacar de las fosas hipócritas

a los fallecidos de muerte violenta con sus pupilas horrorizadas

quiero desterrar a las víctimas de las catástrofes

cuyos esqueletos conservan las posturas del terror

que se adaptan maravillosamente a estos días que corren



Decía precisamente mi vecina que hay

gentes que se tiran al agua

Si soy una bestia babosa a quien el asco del mundo

hace babear sería muy fácil acabar con todo

amor mío amor mío oyes esta blasfemia

No es la palidez del amor no es la palidez de la muerte

sino la de los lobos ésta que hay en mi rostro

No puedo morir a causa de esta flor inmensa

cuyo cáliz no puedo soportar que se cierre

Se ha logrado un notable progreso en materia de torturas

sobre el cobayo que soy

sobre el cobayo salvaje que soy las dos manos

atrapadas en dos puertas

el amor la muerte

y unos hércules abstractos se apoyan sobre las dos puertas

con la tranquila seguridad de un número de music-hall

ejecutado sin ningún esfuerzo aparente

Cómo nunca notaste que mis besos se parecían a las palabras sacrílegas

que son todo lo que queda por decir a los esclavos descuartizados

Cómo nunca notaste que te amo en el instante mismo en me matan

que es siempre la última vez que gozo abominablemente en tus brazos

Tus brazos tan bellos que ahí está justamente

ahí está lo más terrible



Todo tendrá que acabar de modo salvaje

Yo te perteneceré haré arrojar a tu amante a las fieras

O lo haré examinar con engaños por un médico alienista

o bien lo mataré fríamente

amor mío

durante su sueño mientras yace pálido y desnudo

mientras los lobos surgen en torno de los cementerios donde duermen

los bellos días que pasamos juntos amor mío.

-De: Persécuté Persécuteur
Versión de Aldo Pellegrini


--Los ojos de Elsa



Inclinando a tus ojos los míos sitibundos


en su fondo vi todos los soles reflejados,


y el salto hacia la muerte de los desesperados,


como el de mis recuerdos a tus ojos profundos.





Es un mar en tinieblas bajo el palio de un vuelo;


de pronto el día plácido de tus pupilas sube;


en los linos del ángel recorta el sol la nube


y sobre las espigas se azula más el cielo.





Vuelve al azul la bruma del viento perseguida;


-más diáfanos tus ojos abiertos bajo el llanto;


ni aún tras de la lluvia los cielos fulgen tanto;


el vaso azul no es tan azul como en la herida.





Madona de Dolores, humedecida lumbre,


siete espadas rompieron el prisma de colores;


el día es más punzante nacido entre clamores,


y el nocturno relente, más azul en quejumbre.





De las melancolías en la plácida fiebre


reabres con tus ojos sendas de epifanía.


Latiendo el corazón, el manto de María


al tiempo los Tres Magos vieron en el pesebre.





Al Mayo de las voces basta con un salterio


para todos los ayes y todas las canciones;


guarda un trozo de cielo luceros por millones,


donde faltan tus ojos con su doble misterio.





El infante absorbido por miríficos viajes


desmesuradamente menos asombro espacia


que si agrandas tus ojos -insoluble falacia-


como racha que abriera dos capullos salvajes.





¿Escondes tus relámpagos en medio del espliego


donde el insecto vive su voluptuoso instante?


Preso estoy en el lazo de la estrella filante,


como ahogado marino bajo estival sosiego.





Yo extraje ese metal sutil de su pecblenda;


yo calciné mis dedos en su fuego prohibido;


paraíso mil veces recobrado y perdido,


tus ojos mi Golconda, mi dorada leyenda.





Y sucedió que el mundo bajo la tarde excelsa


rompiose en arrecifes de pérfidos fanales,


en tanto yo veía desde los litorales


sobre lívidas ondas brillar los ojos de Elsa.


-Versión de: Carlos López Narváez

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