11 de mayo de 2013

MICHEL LEIRIS



Poeta y etnógrafo francés nacido en París en 1901.
Perteneciente a una familia burguesa, obtuvo su licenciatura
en Filosofía, dedicándose desde los veintidós años al ejercicio literario.
Con el apoyo de André Masson, se inscribió como miembro activo del movimiento surrealista, publicando "Simulacre" en 1925  y "Le Point Cardinal" en 1927. A raíz de su desacuerdo con  Breton en 1929, se unió al equipo de Bataille como subdirector del periódico surrealista Documents, donde colaboró con importantes artículos.
Fundador del Colegio de Sociología con Georges Bataille y Roger Caillois, participó activamente en política apoyando los movimientos que contribuyeron a la independencia de Argelia y a la supresión del colonialismo. Fue además, crítico de arte y amigo de algunos de los mayores pintores del siglo XX como Picasso, Miró y Bacon.
Su obra maestra fue "Edad de hombre"  autobiografía que supuso el primer paso hacia los cuatro volúmenes que más tarde compondrían "La regla del juego".
Falleció en Saint-Hilaire el 30 de septiembre de 1990-           ©



*Bella 


Para descubrir la existencia de los extasiados filones
en las móviles profundidades de tu cuerpo
mis dedos son varitas mágicas

Insólitas serpientes de la cólera

mis muebles se odian en mi dormitorio
y sus grandes batallas inmóviles recuerdan
las de nuestras manos las de nuestros labios
las de febriles vapores que brotan a medianoche en los puertos
las de mansiones que invisiblemente se rajan de alto en bajo
cuando los pasos de una mujer demasiado bella resuenan

Ella era hermosa como el día

Belleza es la corona ardiente
es el rumor que recorre el árbol
del corazón a la corteza por la albura
Belleza es el esplendor de una boca que se pliega
herida por los remolinos de un lenguaje en excesivo amargo
como son todas las lenguas que pretenden decir alguna cosa

Ella era bella como un espejo
un deformante espejo donde se miran igualados por la común irrealidad
los que son feos y aquellos que poseen una insensata elegancia

Los espejos se empañarán cuando sus labios hayan concluido
de dar en el espejito del bolso ese precario signo de vida
los espejos madurarán
porque madura cuanto se empaña

Y en efecto

es la muerte eterna quien -royendo cuerpos y rostros­
otorga a algunos ese encanto inolvidable
de las viejas cosas que han perdido el dorado Extremos de cordón roto
Troceados corazones Ojos perdidos Cortadas uñas
Amo cuanto se deshace
maduros frutos que caen a tierra a tiempo de enmascarar su fracaso en la noche
Oh inalterable blancura de las tenues aureolas
Cuerpos destruidos Marchitos rostros
Inseguras estatuas roídas por la lluvia y los hongos
No amo sino vuestra forma devastada
pareja a cuanto el amor amengua y decolora


-Versión de Antonio Martínez Sarrión
*Visor -Madrid 1984



*DEMASIADO  TARDE

Demasiado tarde
es la muerte de los tarots
la muerte de las piedras preciosas y las escalas salvajes
muerte de los relojes de la luz
hundimiento de los engreídos escaparates
muerte de las antiguas arrugas en las humanas frentes
cuyos relieves agrietan la tierra
muerte de los muertos agitados por la acritud de los sobresaltos
muerte de los rostros tejidos con hilos de humo
muerte de las cartas cerradas en el vientre de los buzones
muerte de la maquinaria que mueve los barcos
muerte de los burdeles de clavados postigos en cada clavo una gota de sangre menstrual
muerte de los monstruos marinos
apestosas playas
arenales que remueve el dedo de un fantasma
muerte de las algas voladoras que trazan algebraicos signos sobre el frontón de las olas
                    cuando las escamas se extienden en columnas
muerte de las cadenas amarradas al suelo con argollas
grieta de hielo entre cielo y tierra
ruptura de contrato fin de la clausura
muerte de los sordo-mudas-ciegos
incendio de muletas
muerte de sangrantes mordiscos
muerte de los peñascos
de los labios
de los enamorados
muerte del amor de los astros
muerte de la mirada
muerte de la muerte
                           demasiado tarde


-Versión de Antonio Martínez Sarrión
*Visor Madrid 1984

1 comentario:

Leticia dijo...

Michel Leiris, encuentro la expresión de la libertad en su decir, a partir de temas claros que ofrece -sobre la mesa-
En la selección que he leído gracias a Elsa, he logrado comunicarme con su mirada al entorno la que me ha parecido intemporal.
Gracias Elsa por este acercamiento a su inteligencia y poesía.