Poeta y traductor italiano nacido en Alejandría, Egipto, en 1888.
Pasó su infancia y adolescencia en Alejandría mientras su padre trabajaba en la construcción del Canal de Suez. En 1912 viajó a París, estudió en La Sorbona y trabó amistad con intelectuales famosos de la época. De regresó a Italia en 1914, se enroló como voluntario durante la Primera Guerra Mundial. Dos años después publicó sus primeros poemas bajo los títulos "El puerto sepultado" 1916 y "La alegría"1919.
A partir de 1921 trabajó como periodista en Roma, publicó su obra más conocida "Sentimiento del tiempo" en 1933 , y luego, en 1936, se radicó en Brasil oficiando como profesor universitario.
Regresó a Roma en 1942, enseñó literatura moderna, publicó "El dolor" en 1947 y la compilación de su labor poética entre 1942 y 1961, bajo el título "La vida de un hombre". En los últimos años de su vida tradujo al italiano obras de importantes autores.
Falleció en Milán en junio de 1970. ©*Quién viniera conmigo a través de los campos
El sol se esparce en diamantinas
gotas de agua
sobre la frágil hierba
Me recuesto con
el placer
del apacible corazón del universo
Las montañas crecen
en corrientes de sombra lila
y se perfilan contra el cielo
En la luminosa cúpula arriba
el hechizo se ha roto
Y yo retorno hacia mí
y anidado me escondo dentro de mí mismo
Versa, 27 Abril 1916
-Versión de Rafael Díaz Borbón
*Atardecer
La ruborosa cara del cielo
despierta el oasis
para el nómada amor.
-Versión de Rafael Díaz Borbón
*Cielo despejado
Después de la creciente
niebla
una
por una
las estrellas
se quitan el velo
Respiro
el aire fresco
que el color del cielo
me ofrece
Sé soy
una pasajera
imagen
atrapada en un círculo
inmortal
-Versión de Rafael Díaz Borbón
*Condena
como la áspera piedra del volcán,
como la piedra pulida del torrente,
como la noche sola y desnuda,
alma como honda y con terrores
¿Por qué no te recoge
la mano firme del Señor?
Este alma
que sabe las vanidades del corazón
y sabe pérfidas sus tentaciones,
y del mundo conoce la medida,
y los planes de nuestra mente
considera minucias,
¿por qué no puede soportar
más que arrebatos terrenos?
Tú no me miras ya, Señor...
Y no busco sino olvido
en la ceguedad de la carne.
-Versión de Jesús López Pacheco
*Distante
Distante en una tierra distante
como a un hombre ciego
ellos me han abandonado
-Versión de Rafael Díaz Borbón
*El ángel del pobre
Ahora que invade las nubladas mentes
más áspera piedad de la sangre y la tierra,
ahora que nos mide a cada pálpito
el silencio de tanta injusta muerte,
ahora que despierta el ángel del pobre,
gentileza del alma, pervivida...
Con el gesto inextinguible de los siglos
baje a la cabecera de su viejo pueblo
en medio de las sombras...
-Versión de Jesús López Pacheco
*Juno
Alrededor de esa perfecta madurez que me atormenta,
Un muslo levantándose por sobre otro...
Esparce tu furia a través de una acerba noche!
-Versión de Rafael Díaz Borbón
*La muerte meditada
Canto quinto
Has cerrado los ojos,
nace una noche
nena de falsos huecos,
de ruidos muertos
como de corchos
de redes caladas en el agua.
Tus manos se hacen como un soplo
de inviolables lontananzas,
inaferrables como las ideas,
y el equívoco de la luna
y el balancearse, dulcísimos,
si quieres posármelas sobre los ojos,
tocan el alma.
Eres la mujer que pasa
como una hoja
y dejas en los árboles un fuego de otoño.
-Versión de Jesús López Pacheco
2 comentarios:
Un poeta de sutil decir, y de profunda lírica. Enhorabuena por rescatarlo para los que lo desconocíamos.
Abrazos.
SIEMPRE AGRADEZCO TU LLEGADA AL BLOG.
Un abrazo:Elsa
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